Un destino popular para la contemplación de la naturaleza, desde aquí usted puede navegar por el Pacífico en un crucero de vida salvaje para un acercamiento personal con las ballenas y focas. Pero observar a los animales salvajes en Anchorage no necesariamente tiene que ver con el agua, ya que es el hábitat de una población silvestre de alces, cientos de especies de aves y osos negros, marrones y pardos. Los centros de conservación y aprendizaje en toda la ciudad son una buena manera de experimentar la vida silvestre desde una distancia cercana pero segura.
El paisaje alrededor de Alaska tampoco tiene comparación. Las excursiones de un día por las autopistas Seward y Glenn le ofrecen una manera íntima de experimentar este enorme estado. Pero si prefiere estirar las piernas mientras observa el paisaje, el sendero costero Tony Knowles comienza en el centro de Anchorage y serpentea a lo largo de 11 millas por el paisaje de Alaska. Caminará por parques e incluso pasará por el aeropuerto donde comenzó su aventura en Alaska.
Anchorage hace un buen uso de su acceso al Pacífico. Los mariscos frescos son la inspiración de muchos restaurantes de la ciudad. Y con capturas diarias de salmón, ostras y cangrejos, todos ellos se sirven frescos, recién sacados del mar. La pesca es un pasatiempo de muchos residentes y visitantes, así que coja su vara y carrete, y luego cocine lo que pesque para degustar el sabor marino de Alaska.