La historia de la Ciudad de Panamá se remonta a 1519, por lo tanto hay mucho que los amantes de la historia pueden disfrutar. Comience en el Panamá Viejo, las ruinas de uno de los asentamientos europeos más antiguos de América del Norte. Francisco Pizarro comenzó su conquista de los Incas desde aquí, pero en 1671, el corsario inglés de mala reputación, Henry Morgan, saqueó el pueblo. Afortunadamente para los visitantes, sus ruinas han sido conservadas desde entonces.
Tampoco querrá perderse el Casco Viejo. Caminar por sus estrechas calles románticas lo invitará a descubrir, cuadra tras cuadra, arquitectura española, hermosas iglesias y pintorescas tiendas. Usted realmente puede sentir la historia de la España colonial aquí, y es fácil descubrir por qué el Panamá Viejo y el Casco Viejo fueron nombrados patrimonios de la humanidad por la UNESCO.
Un viaje a Panamá no estaría completo sin conocer el Canal. Su construcción finalizó en 1914 y continúa siendo una de las maravillas mundiales en ingeniería. Un buen lugar para experimentarlo es en el Centro de Visitantes Miraflores, que tiene un museo, restaurantes y por supuesto excelentes vistas de los inmensos barcos que lo atraviesan. Si quiere ver más, realice un paseo en el Tren del Canal de Panamá que ofrece vistas espléndidas tanto del mar como de los bosques.
La cocina de la Ciudad de Panamá no lo decepcionará. Es una deliciosa mezcla de comidas caribeñas, españolas, centroamericanas, mediterráneas, y por supuesto, de abundantes cantidades de mariscos frescos.