Vuelos a Hong Kong
 

La ilustre historia de Hong Kong se remonta a miles de años, mucho antes de que este centro de transporte y comercio se convirtiera en una colonia británica en 1842. En Hong Kong se encuentra una de las poblaciones más grandes y con mayor densidad por metro cuadrado del mundo, y si bien en un principio recorrer la ciudad puede parecer una aventura difícil, el sistema público de transporte es excelente. Para una experiencia de antaño, súbase al tranvía Peak Tram, que desde 1888 ha estado transportando tanto a turistas como a residentes hasta el Pico Victoria.

Si escucha la expresión "Bebamos té", probablemente se esté utilizando en referencia a pequeñas porciones de alimentos llamados "dim sum". El té en Hong Kong se sirve a menudo con dim sum, y los visitantes no deben perderse esta tradición de "beber té" junto con la gastronomía local. Las carreras de barco dragón, parecidas a las carreras de remo, son parte de la tradición y leyenda popular. Comenzaron hace 2.000 años como un acto de adoración a las deidades del mar. Hoy en día, verá cómo bajan las largas canoas en el agua para las carreras, que principalmente se llevan a cabo entre marzo y octubre. Encuentre fragmentos de la cultura como estos e incorpórelos en su viaje, y verá que Hong Kong es única.

El Pico Victoria es, sin exagerar, una de las vistas panorámicas más espectaculares que existen, y si usted está tratando de decidir qué hacer primero en Hong Kong, este es un excelente candidato. Desde su punto de mira a una altitud de 1,811 pies, verá Hong Kong en toda su esplendorosa expansión. El puerto Victoria es uno de los mejores puertos naturales del planeta, y recorrerlo por la noche en un viaje en ferry es otra de las maneras más memorables de ver los edificios y las luces brillantes proyectadas desde sus azoteas por la noche.

Los mercados callejeros son fundamentales para la identidad de Hong Kong, y ninguna estadía sería completa sin visitar uno. Respire profundo una vez llegue al mercado nocturno de Temple Street y prepárese para experimentar un sinfín de estímulos visuales, de sonidos y de olores. Aquí puede experimentar la cultura de Hong Kong en un microcosmos: su energía, su pasión por el comercio, la comida cantonesa e incluso actuaciones improvisadas de ópera china en la calle.

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